De visita por Burgos

Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a la ciudad de Burgos, en concreto al Museo de la Evolución Humana y a la Catedral. Ambos, lugares impresionantes y de obligada visita.

También pude disfrutar de la compañía de gente de mi lugar de trabajo en un ambiente distendido, relajado y cercano.

Me habría gustado que se hubieran animado más personas. La visita mereció la pena. Incluso la comida fue, desde mi punto de vista, honrada, auténtica y muy sabrosa y abundante. Me recordaba aquellos momentos en los que yo todavía era estudiante y participaba en excursiones y viajes.

Otra cosa que me parece muy buena es no tener que conducir. Se agradece muchísimo y puedes disfrutar de muchísimas más cosas: conversaciones, mirar simplemente por la ventana...

La catedral está magnífica y por eso os pongo esta fotografía para que disfrutéis.

Por todos y todas.

Hoy por la tarde tuve la oportunidad de participar en una interesantísima sesión de formación en la que deficiencia, discapacidad y dependencia, fueron el eje sobre el que giró la magnífica exposición del ponente (un buen amigo y excelente persona, que sabe muy bien de lo que habla).

Todos temas tan actuales como desconocidos por una gran mayoría que prefiere, incluso desde el ámbito educativo, no mentarlos, no estudiarlos y si puede, evitarlos.

Me gustaría que una ola de sensibilidad y de igualdad social, arrastrara de una vez todo el desconocimiento, agresividad y miedo, que muchos y muchas sienten por todos/as aquellos/as que no son como ellos/as piensan que se debe ser. Me gustaría desterrar lo "normal". ¿Quién o qué decide?

Sorprendido

Hoy, nuevamente, tuve la desagradable experiencia, de verme en mitad de una "discusión" en la que no hubiera debido estar.

Los/as adultos/as creemos que poseemos un "don" peculiar que nos permite decir lo que queramos, dónde queramos y cómo queramos. Eso sí, no escuchamos, juzgamos, futurizamos...y tenemos una especial facilidad para transformar situaciones agradables en verdaderos rompederos de cabeza.

Lo que no solemos hacer es poner en práctica la autocrítica que tanto demandamos a los/as demás, la humildad y sobre todo, el respeto por los/as demás y su trabajo.

Es curioso que esto ocurra incluso cuando este trabajo ajeno nos beneficia. No se trata de estar dando las gracias constantemente, pero...

Más de lo mismo

Hoy, ayer, anteayer...todos los días lo mismo. Tengo la sensación de que se me está escapando la vida, mi vida, y me da muchísima rabia.

Llegó a casa de mi madre, como todos los días, mañana y tarde, y me encuentro nuevamente una situación, como siempre, que me altera, me cabrea y que siempre tengo que aguantar.

No sé si ella es la responsable, si lo son las circunstancias o quién o qué narices lo es, pero lo que si tengo claro es a quién no voy (ni puedo) pedir ayuda. Desgraciadamente son las personas que comparten contigo esa madre.

Repito, pasa el tiempo y mi vida se está diluyendo y lo único que se me ocurre decir es que no tengo familia.