Las circunstancias personales que a lo largo de la vida van cambiando, nos deparan, en algunas ocasiones, agradables sorpresas que ni tan siquiera nos hubiéramos imaginado en etapas anteriores. A mí me pasa algo así con Biarritz y todos sus alrededores. Puedo disfrutar con total naturalidad de un lugar con el que muchos/as sueñan e identifican con el lujo, la sofisticación y el dinero. Nada más lejos de la realidad: todos/as tenemos cabida y cada uno/a a su manera puede disfrutar.
miércoles, 25 de agosto de 2010
domingo, 1 de agosto de 2010
Y van tres.
Acabo de llegar de Toral de los Guzmanes ( y van tres ) y nuevamente vengo sorprendido de los hermosos parajes que he recordado al visitarlos de nuevo.
Comenzamos con una visita al vecino Portugal, en concreto a Braganca y su comarca ( próximas a la frontera zamorana ) y, por supuesto, a Sanabria. Este último lugar (del que guardo recuerdos agridulces) siempre me sorprende: místico e impresionante pero bullicioso y acogedor a la vez.
También estuvimos en la Montaña Palentina. Necesitaba restablecer el vínculo positivo con este maravilloso enclave de la Cordillera Cantábrica. Era la segunda vez que lo visitaba y quise recuperar las buenas sensaciones que experimenté la primera vez ( fue algo único e irrepetible por las características del momento ), y creo que algo conseguí.
Recomiendo conocer los lugares que acabo de mencionar.
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