Ocurrió hoy por la tarde. Fue una situación en la que hablaba de un tema ciertamente difícil junto a unos/as compañeros/as de trabajo, alguien me comentó: ¡ Eres bueno, al final eres bueno!
Creo que mi respuesta fue: ¡Siempre lo he sido!. Di esta respuesta entre otras cosas porque me pilló totalmente desprevenido dicho comentario.
No creo que sea bueno ahora, ni malo antes. Es más, no creo que lo haya sido nunca, ni lo uno ni lo otro. Además creo que no hay nadie ni bueno/a ni malo/a. Somos personas. Cometemos errores y vamos adaptándonos a lo que va ocurriendo en nuestras vidas.
Quizá su comentario no tuvo en cuenta más que una parcela muy concreta de la vida y que es la laboral.
Cada uno/a y sus circunstancias hacen que caminemos, giremos, volvamos por caminos que no siempre tienen que coincidir con los de otros/as.
Si a esto unimos una situación personal vital dificilísima (supongo que esto no es argumento, pero cada uno/a sabe lo suyo) y una situación familiar totalmente nefasta desde que uno tiene recuerdo, repito, no creo que a estas alturas se me pueda juzgar, clasificar, calificar...Soy lo que soy y afortunada o desgraciadamente he cambiado nada o casi nada.
Quizás sería bueno intentar conocer un poco mejor a las personas, lo digo por mí, pero también por los/as demás hacia mí.
Procuro pasar totalmente desapercibido y de lo poco que creo que domino, o al menos me muestro seguro, es en lo que hago.
Cuesta reflexionar y abrirse, pero creo que siempre he sido transparente y eso no siempre es aceptado. Repito: ni bueno ahora, ni malo antes. Simplemente soy yo. (Intentar conocerme un poco más)