Equilibrio.

A veces tendemos a confundir y a solapar parcelas de la vida que en momentos determinados se mezclan, nos complican y, algunas veces (pocas), nos pueden servir como escape. Esto que a simple vista parece lógico y que todos/as hicimos en algún momento, no es entendido por todo el mundo de la misma manera.
En lo que a mí respecta, tengo claro (de las pocas cosas creo) que una cosa son la familia, los/as amigos/as (pocos/as, pero muy buenos/as)y uno como persona, y otra muy distinta son los/as conocidos/as, los/as compañeros/as de trabajo, los/as vecinos...etc. Puede ocurrir que de los tres últimos, alguien pase a formar parte de los/as primeros/as, pero en mi caso no suele ocurrir y si lo hace es de manera muy excepcional. Yo tuve la suerte de comprobar que mis compañeros/as de trabajo son algo más para mí por algo que me caló muy hondo. Eso no quiere decir que yo lo sea para ellos/as. Es normal y por eso creo que nadie puede entender o no debería entender las relaciones más allá de lo que realmente lo son. Es peligroso que esto ocurra ya que podemos caer en el error de juzgar sobre cosas que son ajenas a lo que se supone debería ser una relación profesional madura y equilibrada. Yo espero no haberlo hecho y espero no hacerlo.