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lunes, 23 de mayo de 2011

Por Tarna y Las Señales

Nadie nos enseña a enfrentarnos con la muerte de una forma natural. Desde pequeño, no entiendo el poco sentido de esta vida llena de sinsabores que de la noche a la mañana termina y ...nada.


Desaparecemos y perdemos la posibilidad de disfrutar de lo que significa vivir: sentir, disfrutar, emocionarse..., eso sí, estuvimos toda nuestra vida preocupándonos, sintiéndonos mal, sufriendo...


Siempre tuve mucho miedo a perder a mis seres más queridos. Recuerdo que ya de pequeño me ocurría. Pasa el tiempo y te ocurre. Es algo incomprensible, muy, muy doloroso. No entiendo porque hay que pasar por esto.


Ayer pude sentirme un poco más cerca de mi madre y de mi padre. Recuerdo que en el verano pasado llevé a mi madre a lugares muy especiales y curiosamente casi todos relacionados con la montaña. Recuerdo que el puerto de Panderrueda, en el área recreativa, dijo sentirse más cerca de mi padre.


Me hubiera gustado que hubiera disfrutado de los paisajes que aparecen en las fotos, aunque creo que posiblemente tengan la suerte de verlo desde un lugar más privilegiado.

Aprovecho para dar las gracias a las personas que están apoyándome en estos momentos y por los/as que merece la pena tirar para adelante.

1 comentario:

  1. Hola guapo.
    Ahora solo le ves a la vida los sinsabores y esto también se va curando. Si te paras a pensar un poco a fondo verás que al final del día has tenido más risas o sonrisas que lágrimas. Además tu trabajo lo favorece y eres muy bueno en ello porque le pones amor y alegría.
    Y recuerda: merece la pena tirar para adelante por ti mismo porque seguro-seguro que te ha gustado siempre vivir (te conozco muy poco aún). Los demás aquí estamos con nuestras emociones, con nuestra propia vida.
    Tira para adelante porque haces que el mundo que te rodea sea más amable, más humano, menos raro...
    ¡Ánimo!
    Maite

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