Accesibilidad

A  A  A  A

miércoles, 1 de junio de 2011

Pasear ayuda muchas veces a mantener la mente despejada. Otras veces, sobre todo si estás en momentos o con situaciones cuesta arriba, te puede jugar una mala pasada. La playa del Arbeyal está cerca de mi casa y cuando necesito un paseo rápido, casi siempre voy hasta allí. Hoy lo hice. Apenas fue un paseo de una hora, pero me dio tiempo para hacer una revisión de mi vida. Lamentablemente la conclusión final fue la soledad. Me reprocho a mi mismo mi propia vida. No entiendo como pude o ahora puedo hacerlo tan mal. Parece que no doy pico en bola: ni en lo personal, ni en lo social, ni familarmente..., en nada. La realidad es que desgraciadamente para mí pueden pasar días sin una llamada de teléfono, sin hacer otra cosa que trabajar, tratando de que pasen los días pero sin ningún objetivo ilusionante a la vista. Envidio a los/as que me rodean que tienen familia, hijos/as, que tienen vida. A veces, creo que soy transparente y que siempre he tenido que vivir vidas ajenas que no me han dejado desarrollar la mía. Nunca he tenido mucha suerte. Reconozco que posiblemente el único culpable sea yo, pero es tan duro verme así.

1 comentario:

  1. ¡Ey! No quiero volver a escucharte hablar así, bueno mejor dicho leer cosas como estas, no estoy de acuerdo en mucho de lo que dices. Seguramente tendrás que ponerme muy al día de tu vida y luego tendré más datos para valorar tus afirmaciones, pero te aseguro que ni eres transparente ni la realidad es tan pesimista como la pintas. Yo creo que todas esas reflexiones que manifiestas son producto del momento que estas viviendo, tiene que costar mucho recuperarse de golpes tan seguidos, Marce. Así que hazme un favor, busca un hueco y llámame. Tenemos pendiente un café desde hace ... ¿cuánto tiempo? Nos va lleva tiempo actualizarnos y te darás cuenta de que para los demás no todo es tan bonito como te imaginas.
    Un beso enorme.
    María Jesús

    ResponderEliminar