Fue el pasado domingo 3 de julio que siempre recordaré por ser un día nefasto para mí: tristeza, melancolía y mucho mucho llanto.
A pesar de esto, creo que ellos están allí observándome, cuidándome, tratando de preparar todo para cuando sea el momento de reencontrarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario